Un buen concepto: El corredor de bienes raíces es un intermediador que hace que las cosas sucedan.

Para determinar el valor de una propiedad, se debe en primer lugar ir personalmente a conocer el inmueble, para poder así establecer el precio base. No se puede hacer un avalúo sin ir al punto de venta y reconocer en qué lugar se encuentra, qué calles, avenidas principales, es decir ubicación, además de sus características en cuanto a construcción, tamaño del terreno y forma.

Un terreno vale por lo que se pueda construir encima de ellos, teniendo en cuanta que las 3 claves de evaluación son Ubicación, ubicación y ubicación!

Si no encuentra nada en venta en el lugar y no tener cómo comparar la propiedad con otros inmuebles del sector, se deben usar los métodos de Ponderación y Homologación.

Estos métodos consisten en evaluar las características de nuestra propiedad y realizar un avalúo ponderándolas con otras propiedades en otros sectores diferentes que compartan las mismas características. Es decir por ejemplo, que tenga 3 dormitorios, 150 m2 de construcción, terreno de 300 m2, etc.

Ponderar las ubicaciones, calles principales, vías de acceso, seguridad, proyectos en el sector, etc.

Revisar si existe alguna afectación municipal, para conocer si hay algún proyecto en planificación en el sector y pueda afectar el inmueble.

Estas son solo algunas claves para realizar el avalúo de la propiedad por parte del corredor inmobiliario, es un tema mucho más complejo, con una serie de herramientas que funcionan en conjunto con los conocimientos del experto.

Recuerde que los bienes inmuebles “valen lo que valen” y “cuestan lo que cuestan”, es decir que el mercado es quien determina los valores de compra/venta. No existe comprador que pague mucho más de lo que cuesta, ni vendedor que ofrezca a un valor mucho menor del justo.

Un asesor inmobiliario profesional determina el precio justo para ambas partes, teniendo en cuenta la futura negociación y las oportunidades de venta en un tiempo determinado.